La industria automotriz en México atraviesa por una de sus peores crisis en su historia. La pandemia del Covid-19 y la recesión económica global que ha provocado este coronavirus han profundizado aún más dicha crisis, pues no solo paralizó la producción en el mes de abril (podría extenderse a mayo o junio), sino también la venta de vehículos nuevos, que este año podría caer 25%, lo que costaría a los distribuidores 110,000 millones de pesos.