AN | Antonio, ¿alguna vez pensaste que la industria hotelera iba a vivir una situación como la derivada de la pandemia de COVID?
Jamás. Nunca imaginé que viviríamos esto y que, todavía después de un año, seguiríamos usando tapabocas y nos manejamos con restricciones. La pandemia llegó a México cuando más planes de expansión teníamos. Queríamos expandirnos sin deuda y tuvimos que reducir la velocidad de los proyectos y detener los más caros. Fue un periodo de análisis y de evaluación sobre el futuro de nuestras inversiones, pero nos hemos dado cuenta de que queremos seguir creciendo en México.
Nuestros próximos desarrollos, en Monterrey y León, se vieron muy afectados. De hecho, tuvimos que retrasarlos por la pandemia, pero siguen vigentes como parte del compromiso que tenemos con el turismo en México. Nuestros hoteles de playa ya se han recuperado; Las Brisas Acapulco, Las Brisas Ixtapa y NIZUC Cancún van mejor que antes de la pandemia. Acapulco ha tenido una demanda muy importante, gracias al concepto de albercas privadas dentro de las habitaciones, y NIZUC ha tenido los mejores meses de su historia (mayo, junio, julio y agosto).
En general, los hoteles de playa van muy bien, pero los de ciudad, no. Galería Plaza San Jerónimo, en CDMX, apenas abrió sus puertas en noviembre, porque la obra estuvo detenida por la pandemia. Afortunadamente, ya está posicionándose, porque hace mucho que no se construía un hotel al sur de la ciudad. Creo que, a su debido tiempo, este lugar tendrá mucho éxito.
Galería Plaza Monterrey y Galería Plaza León siguen en construcción. Aunque la pandemia afectó nuestro flujo, seguimos con nuestros proyectos; no hemos cancelado ninguno.
Entre nuestros planes también está la construcción de NIZUC Los Cabos, un hotel de superlujo con una vista espectacular al Arco de Cabo San Lucas.