| Una palanca de pivote flexible
Para hacer la conexión entre los timbres de la repetición de minutos y la placa vibrante, los ingenieros han creado un sistema de palanca de acero, en cuyo centro va sujeta la placa de zafiro. Esta palanca, cuya forma evoca un diapasón, va montada en una suspensión consistente en un pivote flexible de 0.08 mm de grosor.
Cuando los martillos golpean los timbres, las vibraciones de estos últimos son transmitidas a la palanca, que las amplifica y las transmite, a su vez, a la placa vibrante rígida que las amplificará aún más. Los desplazamientos angulares de la placa hacen, entonces, vibrar las capas de aire situadas encima y debajo del zafiro, lo que tiene como efecto la obtención de un sonido claramente más fuerte.
La incorporación del módulo de amplificación fortissimo “ff” ha ido acompañada del desarrollo de un novedoso sistema de difusión del sonido. En una repetición de minutos clásica, los golpes de los martillos en los timbres hacen vibrar al conjunto del reloj. El sonido se transmite así a la palanca y después a la placa vibrante, y se difunde únicamente a través de cuatro aberturas perforadas en un anillo de titanio, situadas a las 12h, 3h, 6h y 9h. La onda sonora se dispersa a continuación a través de una hendidura entre el fondo y el canto, provista de un filtro anti-polvo que protege el movimiento sin alterar el sonido. De este modo, el material utilizado para la caja no tiene ningún impacto en las modalidades de difusión del sonido, siendo este último idéntico, ya se trate de un reloj de oro rosa, amarillo o blanco, o bien de platino.
El módulo fortissimo, que va fijado en el fondo de la caja, permite escuchar el sonido de la sonería a una distancia seis veces superior. Una repetición de minutos clásica, escuchada en la muñeca a 10 metros, y una repetición de minutos amplificada, escuchada a 60 metros, ofrecerán el mismo nivel sonoro.