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Reportaje

Prioridades para la banca 2022

Si las instituciones se enfocan en inversión tecnológica, talento y disminución de riesgos, 2022 podría ser un buen año para el sector bancario.

Por: Ulises Navarro Swipe

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Gustavo Méndez

Socio líder de Servicios Financieros en Deloitte México

| Inversión en tecnología y talento

El próximo año, la banca seguirá jugando un papel fundamental para impulsar la reactivación económica y permitir una recuperación, pero es indispensable que las instituciones bancarias contemplen, bajo un enfoque de inversión en tecnología y talento, varias prioridades para igualar en 2023 el crecimiento registrado en 2019.

Platicamos con Gustavo Méndez, socio líder de Servicios Financieros en Deloitte México, quien tiene más de 25 años de experiencia en la industria bancaria, sobre las prioridades de este sector para 2022.

AN Gustavo, ¿cómo se desempeñó la banca este año y qué se espera para 2022?

La banca en México, al igual que en muchos otros países, reorganizó sus operaciones, sobre todo en las sucursales, para reducir riesgos. Se cerró la llave de los productos financieros con mayor riesgo y que no tuvieron demanda por parte de los clientes. Todo parece indicar que ya pasó la tormenta y en 2022 habrá crecimiento. La banca, por supuesto, será un impulsor de la mejora en la economía.

Con respecto al tema tecnológico, será necesario que la banca siga invirtiendo en el desarrollo de aplicaciones móviles que permitan las transacciones y faciliten la contratación de productos de manera remota. Aún varias organizaciones están rezagadas en este tema, porque su oferta móvil es limitada y los clientes solo adoptan estas alternativas cuando son simples y amigables en su uso.

Los bancos tecnológicos seguirán siendo una tendencia muy fuerte. El tema digital seguirá siendo una prioridad máxima el próximo año para sobrevivir.

AN Gracias a la digitalización bancaria, el volumen de datos disponibles se ha incrementado de manera exponencial. ¿Qué oportunidades ves en este sentido?

La contabilidad electrónica les da a los bancos una mayor oportunidad de conocer a sus clientes a profundidad, sobre todo a las personas físicas y a las pymes. Al acceder a una gran cantidad de datos disponibles, los bancos pueden conocer mejor el comportamiento y el perfil de sus clientes y enriquecer sus análisis de crédito para servir a los segmentos que antes no eran atendidos por falta de información.

Soy optimista y creo que el próximo año las empresas grandes también podrían aprovechar los financiamientos de la banca para venderles más a nuestros socios comerciales del norte: Estados Unidos y Canadá. Las empresas mexicanas pueden aprovechar nuestra cercanía con esos países para vender más, y para ello necesitarán capital de los bancos. Y aún más, si consideramos las disrupciones en las cadenas logísticas, México tiene la gran ventaja de la cercanía geográfica que con los incentivos correctos pudiera tenerse una migración de manufactura a nuestro país.

También observo una buena oportunidad en las Afores, derivada de los nuevos esquemas de inversión y contribución que entraron en vigor en diciembre de 2019. Ahora las Afores tendrán más dinero para invertir, y qué mejor que sea en proyectos en México.

En el segmento de personas físicas, veo buenas oportunidades en la economía informal y no bancarizada, para que los bancos y fintech puedan otorgarles más créditos y soluciones financieras. Como la banca en general trabajó en disminuir su riesgo [durante la pandemia], ahora tienen mucho capital para prestar: más de 1 billón de pesos disponibles para mantener un nivel de capitalización similar al de 2019.

AN ¿Qué es lo que veremos en los siguientes meses con relación a las Fintech?

Primero, hay que dividir a las fintech en dos grupos: las grandes bigtech (como Apple, Facebook y Google), que no quieren ser reguladas, pero sí desean participar en el juego, y los pequeños jugadores.

Creo que los bancos “tradicionales” deben ver a las grandes bigtech como aliados y aprovechar su oferta para que los ayuden a crecer más rápido, ya sea que utilicen sus servicios, como Apple Pay, o su infraestructura, en el caso de los servicios de nube.

Por su parte, las fintech del grupo de las smalltech tienen distintos sabores. Están las que utilizan los CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet) para entender los comportamientos de los clientes. La evaluación tradicional de los estados financieros ya no es necesaria. Muchas fintech pequeñas están empleando los CFDI rápida y adecuadamente. Ante las smalltech, lo que pueden hacer los bancos es invertir en tecnologías similares.

Otras fintech han desarrollado novedosos modelos para el análisis de crédito. Los bancos podrían establecer alianzas con estas compañías para agilizar sus procesos. Algunos bancos han adquirido fintech pequeñas para complementarse.

AN En cuanto a la solidez financiera de los bancos y el manejo de la cartera vencida, ¿cuáles son las tendencias? 

La banca mexicana está sólida y con la liquidez suficiente para reiniciar el crecimiento, pero no basta con la oferta. Tiene que haber demanda.

En cuanto a la cartera vencida, gracias al apoyo que los bancos dieron durante la pandemia, los clientes tuvieron la oportunidad de reestructurar sus créditos. Es cierto que el nivel de cartera vencida hoy es más alto que el de 2019, pero es un nivel mucho menor de lo que se estima. Con los niveles de capital y reservas de los bancos, la cartera vencida es muy manejable. Creo que los bancos tienen un panorama lleno de oportunidades, para hacer que su capital se convierta en motor de la economía y ser partes de la solución a la crisis.

AN ¿Las tasas de los créditos, que están al alza, podrían frenar el desarrollo del sector?

Sí. Los riesgos de mercado siempre están presentes: el tipo de cambio, las tasas estructurales en el corto y largo plazo, así como la inflación son temas que impactan los balances. No hay negocio más sensible a lo que sucede en el mercado que el de los bancos. Pero, de una manera inmediata, el riesgo más grande es la cuarta ola de COVID: qué tan fuerte será y cómo vamos a reaccionar en el país.

El alza de tasas es un riesgo que puede afectar la demanda y frenarla un poco. El riesgo es que la demanda disminuya mucho y eso afecte a los bancos. Un alza de tasas beneficia el estado de resultados de los bancos en el corto plazo, pero ¿qué harán con ese dinero? Podrían invertirlo en soluciones que les permitan ser más digitales para poder llegar a más clientes. Ese podría ser un tesoro de guerra en el corto plazo.

Otro riesgo es el tipo de cambio para los balances en dólares. Cada vez que se deprecia el peso, esos activos se valorizan y su incremento impacta el índice de capitalización de los bancos. Eso significa que tendrían menos dinero para prestar. Creo que esos son los dos riesgos que frenarían la demanda, pero los bancos saben manejar muy bien los riesgos.

AN ¿La balanza de la banca es favorable para 2022? 

Sí, el escenario es más positivo que el de 2021, aunque dependerá del management y de la visión de crecimiento de cada banco. Hay que jugar a la ofensiva, sin olvidar de cuidar los riesgos. Si solamente te defiendes, te quedarás atrás, porque quien no juega a la ofensiva no crece. Las fintech tienen estrategias muy agresivas y con la pandemia y la liquidez en los mercados se han dado inversiones fuertes que detonaron esa pólvora que les faltaba para crecer. Los bancos deben tener esa misma agresividad de crecimiento.

En los tres años del gobierno actual hemos vimos una Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) que ha actuado adecuadamente. Durante la crisis sanitaria se coordinó bien con Banco de México y esta institución también actuó muy bien, apoyando en términos de liquidez y de política monetaria. Esperemos que estos dos organismos sigan apoyando a los bancos con reglas, para que sigan cuidando el riesgo y se puedan desarrollar. AN

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