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Opinión

Violencia imparable con la 4T, ni siquiera el confinamiento sanitario la detiene

El primer año de la 4T fue más violento que el primer año del sexenio anterior e incluso el más violento que los últimos cuatro sexenios, sin que en los meses subsecuentes se vislumbre una desaceleración ni siquiera por las circunstancias especiales del confinamiento sanitario, pues al día de hoy el país registra las peores cifras en homicidio doloso a nivel histórico.

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Por: Alejandro Desfassiaux Swipe

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La inversión que hizo el gobierno de Peña Nieto durante su primer año de gestión en el combate del crimen organizado y la inseguridad fue de 118,000 millones de pesos (mdp), habiéndose registrado en ese periodo 18,432 homicidios dolosos en el país, según datos del SESNSP. Durante el primer año de López Obrador se invirtieron 101,498 mdp para el mismo rubro; con 34,579 homicidios dolosos. Con una inversión 14% menor que Peña Nieto, el gobierno de la 4T experimentó un incremento de 87% en homicidios dolosos en su primer año de gestión vs la administración anterior. No se pueden esperar resultados diferentes haciendo lo mismo, incluso invirtiendo menos en seguridad pública, por lo que hoy vemos que la escalada de violencia continúa.

Con 114 homicidios dolosos, el pasado lunes 20 de abril se convirtió en el día más violento de 2020, pese a la emergencia sanitaria que atraviesa el país por el COVID-19. Los homicidios no vienen a la baja, ni se redujeron en el primer trimestre del año con 7,313 víctimas. Dicha cifra no es una reducción, sino al revés: equivale a un incremento del 3.6%, en comparación con el primer trimestre de 2019, cuando se registraron 7,056 casos, según un informe de seguridad desarrollado por el propio gobierno.


La inversión en el combate del crimen organizado y la inseguridad no se corresponde con la “crisis de realidad” que vive el país.


La inversión en el combate del crimen organizado y la inseguridad no corresponde con la “crisis de realidad” que vive el país. El gran olvidado sigue siendo la procuración de justicia, que tuvo un recorte de 30% respecto del 2018. Debemos repensar esa inversión y verla desde una perspectiva de costo-beneficio, porque el ciudadano votó por un cambio verdadero; sin embargo, lo que está plasmado en la Estrategia de Seguridad 2018-2024 es más de lo mismo que se tenía con el gobierno de Peña Nieto, pero con menos dinero.

No solamente se trata de la inversión, también es la estrategia. No existe nada nuevo que se haya implementado desde la gestión de Peña Nieto, a excepción de la Guardia Nacional, que es coordinada por el Ejército, la única Institución confiable y profesional que le queda al país para combatir al crimen organizado. No se ha implementado una estrategia frontal para atacar el tema de los homicidios, ni se está destinando mayor presupuesto a las fiscalías, ni a programas de prevención de la violencia para que sean funcionales y den resultados concretos.


No existe nada nuevo que se haya implementado desde la gestión de Peña Nieto, a excepción de la Guardia Nacional, que es coordinada por el Ejército.


Si seguimos con esta tendencia, a mediados del sexenio alcanzaremos los homicidios de toda la gestión de Felipe Calderón (121,613) y para mediados de 2022 a los registrados en toda la administración de Peña Nieto (156,437).

Hay otros indicadores de violencia en el país que también deben atraer los reflectores al contrastarlos administración vs administración, como el robo en todas sus modalidades que se incrementó de manera drástica, al pasar de 177,814 casos en el gobierno de Peña Nieto en su primer año, a 740,187 en el primer año del gobierno de López Obrador, lo que representa un aumento de 316%. En el primer trimestre de 2020, este rubro tuvo una reducción del 6.6%, cifra muy por debajo de un nivel deseable, dado el enorme crecimiento que presentó entre el inicio de este sexenio y el anterior.

El gobierno de la 4T está a tiempo de realizar un viraje radical ante la situación de violencia en el país, pero necesita escuchar y trabajar con prontitud ante los enormes retos que el país demanda. Los empresarios estamos dispuestos a colaborar, pese a que este gobierno parece no considerarnos como aliados. Sí lo somos y estamos dispuestos a trabajar con las autoridades en sus tres órdenes de gobierno, pero que nos busquen. AN

Alejandro Desfassiaux

Presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial

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