Yo amo México
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El conjuro contra el miedo es el amor.
❚ El amor es la fuerza que mueve al mundo. Ambas oraciones tienen un significado de mucho peso a la luz del contexto actual, donde el miedo se presenta protagónico por el virus desconocido; sin embargo, es justamente el amor lo único que nos hará regresar al centro, pese al encierro y los picos y las olas (de contagios).
❖En esos momentos en los que la oración más potente se alza en mí, apago las luces y enciendo una vela. En ese entorno ritual, hay una esperanza que se prende también en mi interior. Justo desde ese lugar de esperanza es desde donde apostamos por el gran potencial turístico de nuestro país y el infinito amor que nos convoca a recorrerlo. De punta a punta, de sol a sol.
◈ Así, más vale buscar las olas en Chacahua, un paraíso donde la cultura afrodescendiente ha encontrado el vaivén del agua salada del mar que se abraza con el agua dulce de la laguna. Rodrigo Osegueda y Luis Peagui atendieron al susurro del mar para presenciar las olas que sí dan gusto y que no arrojan cifras alarmantes.
✤ Por otro lado, Azucena Suárez nos cuenta sobre las bondades de planes gastronómicos para celebrar el amor tanto en la ciudad de Oaxaca con sabores tan peculiares y experiencias audaces como las lunadas, el cacao y el chocolate. Siempre local y endémico, las propuestas que nos trae son un llamado delicado al viejo dicho: “barriga llena, corazón contento”. Y, para cerrar sus propuestas, nos envío también opciones de hospitalidad en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde el amor por lo local está floreciendo más que nunca.
✦Por su parte, Rodolfo Mercado nos cuenta sobre los planes románticos en Tequila, en un contexto de barricas, y Marianna Magos nos cuenta sobre los mejores atardeceres en San Carlos, Sonora. Ambas propuestas resultan muy audaces y seductoras. La Ciudad de México es siempre un imán de amor, lo mismo que Acapulco y la Península de Yucatán, los tres destinos que redondean esta entrega para el gozo del cuerpo y del alma que compartimos con nuestra familia, nuestra pareja, nuestros amigos o con nosotros mismos.
¡Qué ganas de viajar, qué ganas de encender la llama, armar las maletas y amar a México con todo el corazón!