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Opinión

LATINOAMÉRICA, EL PRÓXIMO HUB TECNOLÓGICO

Para los emprendedores, sedes como Ciudad de México y São Paulo representan una oferta de ecosistemas tecnológicos en desarrollo, íntimos y muy prometedores.

Por: Nico Barawid Swipe

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Silicon Valley es sinónimo de tecnología, pero la ciudad que alguna vez fue el hogar de tantas empresas hoy está experimentando un cambio geográfico, tanto de talento como de sedes centrales para muchas de las compañías que vio nacer.

Twitter y Square son algunas de las empresas que han informado la adopción del home office como modelo de trabajo permanente, mientras que Apple y Amazon han hecho anuncios similares.

Con el cierre de oficinas, sin reuniones presenciales y la cancelación de eventos derivada de la pandemia, la élite tecnológica se está mudando a ciudades como Miami, Austin y Aspen, que cuentan con una menor saturación de startups.


Debido a su talento en expansión, América Latina hoy está experimentando un boom tecnológico. La comunidad tecnológica de la región representa un foco coyuntural en el que todos han puesto la mirada y actualmente se ubica como un destino codiciado para aquellas nuevas y ya existentes empresas del sector.

Debido a esta perfecta combinación, las startups que operan en Latinoamérica están atrayendo mucha más atención.

Para los emprendedores, sedes como Ciudad de México y São Paulo representan una oferta de ecosistemas tecnológicos en desarrollo y a la vez íntimos, muy prometedores, pero menos competitivos, con sectores industriales obsoletos listos para la disrupción, así como amplias oportunidades para el crecimiento.


Comencé mi carrera tecnológica en San Francisco y me mudé a la Ciudad de México con mi pareja, quien también es emprendedor y originario de este país. Desde entonces, me he sentido continuamente impresionado e inspirado por el ecosistema tecnológico de la región, pues en comparación con California, la gente aquí tiene una mentalidad más contenciosa; pero aún así hay espacio para la paciencia y comprensión.

Desde que llegué aquí, me inspiré para construir mi propia empresa, Casai, lo que me inspira entusiasmo por el futuro que se vislumbra para las startups.


Crecimiento tecnológico y de talento

El talento tecnológico de Latinoamérica es excepcionalmente fuerte: los potenciales colaboradores tienen formación internacional, suelen ser multilingües y pueden superar los retos gracias a su comprensión de las diversas culturas de trabajo.

Lugares como la Ciudad de México, una metrópoli internacional a la que más de 20 millones de personas llaman hogar, son ahora mercado para una nueva ola de empresarios e ingenieros que buscan operar fuera de los parámetros competitivos de Silicon Valley.

Todo esto se integra en la incipiente cultura del espíritu emprendedor. Las compañías latinoamericanas son capaces de desempeñarse mucho más rápido en términos de tiempo de desarrollo de software; además, el costo de vivir en esta región es más bajo, la calidad de vida es alta y los recursos son abundantes gracias a salarios más asequibles.

Países como México, Brasil y Colombia tienen el potencial de competir con el desarrollo de software de India y China, sin dejar de ofrecer una buena calidad de vida.


La canalización de capitales de riesgo

Debido a la reciente estabilidad macroeconómica de Latinoamérica y su gran clase media, especialmente en México y Brasil, el dinero de capital de riesgo es notorio, permitiendo que el crecimiento en estas áreas se acelere.

Esta afluencia de montos y oportunidades brinda a emprendedores la capacidad de tener un mayor impacto que el que se puede tener en otros destinos tecnológicos.


Todo esto no quiere decir que la cultura emergente de startups de Latinoamérica no tenga desafíos. Dado que la escena tecnológica de la región se encuentra en las primeras etapas de su desarrollo, las empresas no pueden confiar en experiencias previas de alto crecimiento al momento de hacer contrataciones. Según algunos indicadores, la COVID-19 ha retrasado el progreso económico de la región hasta por una década, con la inflexión post-pandémica bastante ligada a las acciones gubernamentales.

Y debido a la reciente integración de Latinoamérica en el sector tecnológico, los fondos de capital de riesgo aún se muestran algo cautelosos a la hora de hacer grandes apuestas. La región está muy por detrás de otras en términos de número de “unicornios”, y para ejemplificar una medida cruda de éxito, México apenas acaba de conseguir el primero con Kavak (la startup de compra venta de autos usados). Por último, la puesta en marcha de una sede local en la región dista mucho de ser óptima, pues el proceso de obtención de licencias y permisos se prolonga durante meses.

Sin embargo, esto es de esperarse en nuevos mercados y ello forma parte de lo alucinante. Los obstáculos traen consigo la resiliencia y la energía para hacer que las cosas sucedan, lo cual es apropiado dado que el espíritu de la tecnología se basa en el cambio. Al salir de la pandemia, esperamos que, al igual que como ocurrió tras la crisis financiera de 2008, las empresas de éxito surjan de entre las cenizas.


Destacar en el nuevo ecosistema

Entonces, ¿Cuál es mi consejo para los emprendedores que buscan generar un impacto en Latinoamérica? Soy un gran defensor del dogfooding (cuando uno mismo usa su propio producto o servicio); conocer tu producto por dentro y por fuera es tan importante en los mercados emergentes como en los ya establecidos.

Antes de la pandemia, me propuse pasar el 50% de mis noches en espacios de Casai para no depender únicamente de los comentarios que hacen otras personas. Hay que estar en el terreno para descubrir los fallos y las oportunidades de mejora.


Es esencial sentirse obsesionado con tus clientes o usuarios. Mantener esta actitud puede ser difícil cuando se hace a expensas del resultado final. Atender a los clientes es costoso, especialmente para una empresa que aún está buscando su equilibrio; pero si se piensa en ellos como un gasto de marketing más eficaz, entonces cualquier dólar adicional que se invierta en su satisfacción y apoyo se multiplicará a largo plazo.

Y lo que es más importante, para ser disruptivo debes tener una dosis saludable de paranoia respecto a que tú también serás trastocado por tu idea. El clavo en el ataúd de cualquier startup es tener la seguridad de haber encontrado el producto perfecto para el mercado. Es más, ¡prepárate para “disruptirte” a ti mismo! En Casai, la pandemia nos obligó a reinventar nuestra propia concepción de la hospitalidad en un mercado que cambiaba rápidamente.

Cuando comenzamos, operábamos bajo un modelo específico centrado en las ciudades y que la Covid-19 hacía difícil de llevar. Cuando las cosas se pusieron difíciles, cambiamos de rumbo rápidamente: ampliamos nuestros equipos de Ciencia de Datos, Marketing y Producto, y presentamos nuestra nueva línea Casai Getaways.


En América Latina hay grandes oportunidades para las startups en todos los sectores importantes: finanzas (como Clara, la compañía de mi pareja, y la cual gestiona el gasto de las empresas), sector inmobiliario (por ejemplo Casa Bravo, pionera en el alquiler con opción a compra), bienestar (como el caso de Sofía, que está cambiando el modelo tradicional de seguros), etcétera.

La innovación es el núcleo de la economía latinoamericana, y los agentes del cambio tienen la oportunidad de crear una comunidad de startups que compita con las mejores.

Nico Barawid, cofundador y CEO de Casai, síguelo en LinkedIn

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