Una boda civil con mucho amor y encanto
Estuvimos en el enlace civil de Martha y Juan Carlos, en Hidalgo. Además, conversamos con los proveedores. ¿Cómo lograr una boda tan especial como esta? Aquí te contamos los detalles.
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Esta joven pareja cumplió su sueño de estar juntos para siempre y celebrar el gran acontecimiento en una boda civil, con sus más allegados.
Martha y Juan Carlos dijeron sí, acepto, en presencia de 50 invitados. Decidieron que la celebración se realizara al aire libre en un rancho precioso que se levanta en Tepeji del Río, Hidalgo.
Los talentosos organizadores, a cargo de este gran día, tradujeron a la perfección los deseos de los enamorados.
Cynthia Sierra, Wedding Planner a cargo, narra cómo veía en la pareja la ilusión de su boda. ¨Para nosotros es muy grato poder participar en estas historias de amor, cada una tiene su encanto. Esta en particular tenía una emoción que podía verse en los ojos de los novios: la forma en que Juan Carlos miraba a Martha mientras nos explicaba como quería la decoración, no tiene precio¨.
Así, Cynthia Sierra y Edgar Martínez, el florista experto, (en la foto) tomaron cartas en el asunto. Gracias a su talento, tradujeron los deseos de los novios y sin duda, rebasaron sus expectativas.
¨Entendimos rápidamente el estilo que buscaban. Era algo íntimo con 50 personas, mesas campiranas, elegante, en tonos cobre, un colgante al centro, algunas estructuras forradas de verde, pampas… El día que nos reunimos por primera vez, nos dedicamos a conocer bien el lugar, recorrerlo e imaginar cómo lo montaríamos. La ceremonia civil la hicimos en un jardín espectacular, donde estábamos rodeados de árboles y follajes verdes, así como fauna endémica. Todo fue mágico¨, confiesa Cynthia, quien reconoce el apoyo de la Secretaría de Turismo del Estado para promover su talento
En cuanto a la pista, la novia quedó encantada con una en charol blanco.
A esta, DJ Chacarrón le colocó las iniciales de ambos. Estuvo repleta todo el tiempo: entre la alegría de los invitados y la genialidad de estos expertos, los asistentes no pararon de bailar.
En el mobiliario, a cargo de Maurilio Maya, destacaron mesas rectangulares color café con sillas crossback y periqueras para el coctel.
Por cierto, además de estos bellísimos muebles, este banquetero presume su variedad culinaria basada en platillos muy mexicanos como los escamoles, la barbacoa y los gusanos de maguey.
Como cereza del pastel, la carpa con focos estilo industrial, coronó el escenario. Ahí, el vestido de la novia lució como nunca. Y es que se trata de una prenda muy especial: es el atuendo que usó su abuela el día de su boda hace ya 63 años. Por cierto, la joyería, muy atinada para este look romántico, fue de Victor Chicurel.
Como lo mencionamos anteriormente, Edgar Martínez, de Eem Design, fue el artista de las flores.
Los tonos denominados óxidos, aunados al follaje, le dieron ese look romántico que la novia buscaba desde el primer momento. Las rosas inglesas y las llamadas rosas amnesias fueron, sin duda, las protagonistas.
El banquete que disfrutaron Martha, Juan Carlos y sus invitados estuvo a cargo de Alvaro Hernández, de KUCHEN Catering.
Mientras, el talento de Gabriela Hernández, cantante y saxofonista, se hizo presente para coronar el momento.
Por su parte, la mamá fue siempre su dama más entusiasta. El maquillaje corrió a cargo de Gogas Skin and Make up. Además, lució un conjunto de joyería espectacular también de Victor Chicurel. Sin duda, ¡ideal para la ocasión!
El amor reinó ese día, sin duda alguna.
Todo salió a pedir de boca. Un montaje extraordinario en todos los sentidos. Los novios disfrutaron y arrancaron así, el inicio del resto de sus vidas.
Fotos y video: Antonio Hernández Cortes de ArcMotion Media